Como vimos en un post anterior, las espinacas
pertenecen al grupo de alimentos que ayudan a subir el ánimo. Esta
deliciosa y nutritiva crema puede realizarse tanto con espinacas como
con acelgas frescas. Queda igual de rica y es muy fácil. La receta
original la conseguí en un programa de Arguiñano hace unos cuantos años,
pero le doy mi toque personal.
Espero que os animéis y la probéis, ahora en otoño las cremas calentitas son de lo mejor. ¡Seguro que queréis repetir! :)
Ingredientes (para 4 personas):
- Un manojo de acelgas o espinacas frescas.
- Una cebolla.
- Una patata.
- Dos zanahorias.
- Agua.
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
- Nata líquida para cocinar (200 ml).
- Aceite de oliva virgen extra (para decorar).
- Una loncha de jamón serrano (para decorar).
Preparación:
- Se
pelan la patata, la cebolla y las zanahorias. Después, se trocean (no
hace falta que queden perfectas de tamaño, porque después vamos a
triturarlo todo).
- Ponemos
una olla al fuego con un poco de agua con sal y pimienta negra recién
molida. Se añaden la patata, la cebolla y la zanahoria. Se dejan cocer
hasta que queden blanditas. En caso de utilizar acelgas para la crema,
se añaden también las pencas de las acelgas troceadas. Hacemos esto así,
porque primeramente vamos a hervir las verduras que sean un poco más
duras (que necesitan más tiempo de cocción).
- Las
hojas de espinacas o acelgas las añadimos al final, y es importante que
sólo hiervan unos minutos. En cuanto reducen su tamaño, apagamos el
fuego. De ese modo, conservan su color verde y la crema queda con un
bonito y vistoso verde intenso. Si las cocemos más tiempo, cambian de
color y la crema quedará más oscura.
- Apartamos del fuego y añadimos el paquetito de nata líquida para cocinar. Trituramos.
- Para
decorar, regamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra y un poco
de jamón serrano troceado y pasado por la plancha (para que quede
crujiente).
- Ya está lista para disfrutarla. ¡Buen provecho! Y a ser feliz :)
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